En nuestro país hay diferentes tipos de mate. Si bien el mate clásico o mate tradicional se prepara con yerba mate, claro, y agua caliente a una temperatura de entre 70 y 80 grados, hay diferentes variedades de mate en Argentina. Tereré, chupipase y el mate de té son algunas de ellas. Veamos.
Mate clásico, un clásico, valga la redundancia
Extendido por todo el territorio nacional, para el argentino típico no hay nada más lindo que disfrutar de un buen mate. El mate clásico, por así definirlo, se prepara con yerba mate, de la que existen infinidades de marcas y de tipos. Como yerba mate con palo, yerba mate sin palo, yerba mate compuesta, yerba mate
orgánica y yerba mate saborizada, entre otras. Además, esta tradicional infusión argentina puede cebarse en distintos tipos de mates, hablando del “recipiente”, esta vez.
Hay mates de madera, mates de calabaza, mates de plata, mates de vidrio, mates de caña, mates de metal y hasta mates de plástico. Todo vale a la hora de tomarse un buen mate amargo o un mate dulce.
Porque es sabido que hay amantes y detractores de uno y otro bando. Y muchos, además, gustan de ponerle algunas cáscaras de naranja, por ejemplo, para darle otro sabor. El Ministerio de Cultura de la Nación ofrece una excelente reseña sobre la historia del mate.
Tereré, o también conocido como el “mate helado”
Lo primero que debemos saber es qué precisamos para preparar un rico y refrescante tereré. Para eso podemos recurrir a una jarra o también a un termo, el que debemos llenar con agua y mucho hielo. Luego obviamente tenemos que tener un mate (en el concepto de “vaso” o “recipiente”, por supuesto) de cualquier tipo y estilo como los utilizados para tomar los mates comunes.
Al que debemos ponerle yerba mate hasta la mitad. Lo que resta es cebarlo con agua bien fría y listo, ¡a disfrutar de un sabroso tereré! Esta es la receta tradicional del tereré. Pero como para la imaginación no hay límites, muchos prefieren usar jugos en vez de agua. Pueden ser jugos en sobre o con frutas naturales exprimidas. ¿Los gustos? El que se te antoje. Como naranja, limón, pomelo y muchos más.
Chupipase, para el que no puede esperar
Si a uno le aburren las rondas largas del mate, no hay nada mejor que el chupipase. También conocido como “mate listo”, esta opción es ideal para los ansiosos. O también para los que viajan en soledad y mientras caminan o están de excursión no pueden ponerse a cebar el mate a cada rato. Con el termo en una mano, el mate en la otra, la mochila colgada y la cámara de fotos o el celular en un bolsillo. La solución entonces es este “termo
autocebante” que permite disfrutar sin pausa de unos ricos mates, ya que se lo llena con agua caliente una sola vez y en la tapa se coloca la yerba mate y la bombilla, que viene incorporada. ¡Lo que da como resultado una mateada sin pausa!
Mate de té, más uruguayo que argentino
Esta vez debemos bajar la cabeza y resignarnos con nuestros vecinos orientales. El mate de té nació Uruguay con el propósito de ser una infusión digestiva para después de comer. Claro que rápidamente la invención charrúa cruzó el charco y se expandió también por Argentina. Acá, como buenos “mejoradores” que solemos ser de los inventos ajenos, le fuimos poniendo nuestro sello. Y hoy existen diferentes tipos de mates de té. Lo principal es que contenga limón, cualquier tipo de té y yuyos varios a gusto y elección. El típico se prepara con agua caliente en una taza mediana de loza, limón y té negro, ya sea en saquitos o en hebras. Hay quienes gustan de ponerle otras frutas frescas, como manzanas, naranjas, bananas o peras. Ya sea alguna de ellas, o todas juntas y mezcladas. La fruta se corta en pequeños cubos y se vuelcan a la taza, para luego agregarle el té negro y agua caliente a unos 90 grados. Finalmente, se llena la taza hasta la mitad y se coloca estratégicamente la bombilla para comenzar a cebar y a saborear.
Para acompañar un buen mate, la elección recae en cada persona, claro. Muchos prefieren opciones saladas, aunque otros se inclinan por las dulces, como unos buenos alfajores.