Hay un lugar que alguna vez fue un próspero destino turístico, pero que luego quedó sumergido en las profundidades de un lago. Un lago que tiene una salinidad similar a la del Mar Muerto. Tan salado que en él es imposible caminar. Sólo se puede flotar. Esta es la historia de Villa Epecuén, una ciudad que desapareció bajo las aguas y luego emergió como un testimonio de resiliencia.
La época del auge de Villa Epecuén
La historia de Villa Epecuén se remonta a principios del siglo XX, cuando fue fundada en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Su ubicación privilegiada a orillas del lago Epecuén la convirtió en un popular destino turístico. El lago que lleva su mismo nombre, con sus propiedades curativas debido a su alto contenido de sales minerales, atraía a turistas de clase media y alta de todo el país y del extranjero.
Durante las décadas de 1920 y 1930, Villa Epecuén creció rápidamente. Se construyeron hoteles, balnearios y servicios turísticos para atender a los miles de turistas que buscaban los beneficios terapéuticos del agua del lago. El lugar se convirtió en un oasis de descanso y recuperación para muchos, y la ciudad prosperó como resultado de esta afluencia de visitantes. El tren llegaba hasta prácticamente la villa. Era un destino que hoy, sería aclamado internacionalmente.
La Trágica Inundación
En noviembre de 1985, la historia de Villa Epecuén dio un giro trágico. Luego de intensas lluvias y una serie de deslizamientos de tierra, los muros de contención de las lagunas encadenadas de la Provincia de Buenos Aires que desembocaban en el último lago, (Epecuén) se rompió, inundando la ciudad en cuestión de días. Miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares precipitadamente, y la ciudad quedó sumergida bajo más de diez metros de agua salada.
La ciudad permaneció sumergida durante más de dos décadas, y durante ese tiempo, lo que alguna vez fue un próspero destino turístico se convirtió en una imagen fantasmal. Las ruinas de los edificios y calles se asomaban ocasionalmente por encima de la superficie del agua, creando una vista surrealista que atraía a los curiosos. De hecho muchas películas fueron filmadas en estas locaciones y hoy son requeridas por directores de todo el mundo por su paisaje “de otro planeta”
El Resurgimiento de Villa Epecuén
El destino de Villa Epecuén cambió nuevamente en la primera década del siglo XXI. A medida que las aguas del lago Epecuén comenzaron a retirarse gradualmente, las ruinas emergieron lentamente. Este proceso natural permitió que la historia de la ciudad volviera a la vida.
El turismo de la “ciudad sumergida” comenzó a atraer a visitantes de todo el mundo, ansiosos por explorar esta maravilla única y aprender sobre su historia.
Hoy en día, Villa Epecuén ha resurgido como un destino turístico único en Argentina. Aunque las cicatrices de la inundación todavía son evidentes en las ruinas de los edificios y calles, la ciudad se ha convertido en un símbolo de resiliencia y renacimiento. Los visitantes pueden explorar las ruinas, sumergirse en las aguas terapéuticas del lago Epecuén y aprender sobre la historia de esta ciudad que desafió las adversidades.
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