En el Norte de la Argentina, Salta se posiciona como una de las provincias más atractivas y que más turistas recibe, tanto nacionales como internacionales. Entre sus impactantes escenarios naturales, se destacan las ciudades de Cachi, Cafayate e Iruya. Y en cuanto a las excursiones, la que gana por excelencia es la del Tren a las Nubes.
Visitar Salta es una vivencia única. La provincia del NOA tiene un sinfín de hermosos destinos y actividades para sorprender y dejar sin aliento a los viajeros que la visitan. Adentrarse en esta tierra ancestral, de lugareños cálidos y amables, de miradas sinceras, de arte, de cultura y con lugares deslumbrantes, es una aventura que vale la pena emprender. ¿Empezamos el tour? ¡Dale, arrancamos!
Cachi, un viaje al pasado
Conocer Cachi es meterse en el túnel del tiempo y llegar directo al pasado. Este pueblo mágico y bello se erige en el Noroeste de los Valles Calchaquíes y está enmarcado por majestuosas montañas. Su arquitectura predominante es la colonial, sus callecitas son angostas y empedradas, y en el pequeño casco urbano se destaca la plaza central y la pirca con arcos que coronan los laterales.
El Nevado de Cachi, también conocido como Sierra de Cachi, es la montaña más alta de la región, con 6.380 metros sobre el nivel del mar. Y es la que le da el nombre a la ciudad, claro. Recorriendo el poblado desde la plaza central, el turista se cruza con la Iglesia de San José, que posee espectaculares detalles en madera de cardón, que es la planta por excelencia de la zona. Fue declarada Monumento Histórico en 1945 y se distingue por sus tres campanas que dejan verse en el frente.
En Salta: Cafayate espera con sus deliciosos vinos

Recorriendo la legendaria Ruta 40, partiendo desde Cachi, se llega a Cafayate después de desandar los 157 kilómetros hacia el sur. Atravesando quebradas y sitios maravillosos como Payogasta, Piedra del Molino, Agua Negra, Chicoana, El Carril y Coronel Moldes, se llega a esta ciudad ancestral. Además de antigua y bellísima, ostenta el título de ser el segundo centro de producción de vinos de calidad de Argentina.
Las opciones de alojamiento son variadas y para todos los presupuestos. Después de recorrer las calles tranquilas del pueblo y disfrutar de su feria de artesanos, visitar sus bodegas es una actividad obligada, además de probar sus riquísimos vinos, claro. Cafayate es famosa por su vino torrontés, una variedad única de uva que da como resultado un vino blanco aromático y seco. Aunque también se elaboran vinos finos tintos como el cabernet sauvignon, el malbec y el tannat.
Iruya, como un vigía que todo lo ve desde las alturas
Emplazada a 2.780 metros de altura, Iruya se encuentra en el norte salteño, a 307 kilómetros de la capital de la provincia. Este pueblo de arraigadas raíces indígenas está emplazado sobre una meseta entre enormes montañas. Llegar hasta allí es un desafío no apto para personas impresionables, ya que se accede en auto propio (que no es recomendable si no se conoce bien el lugar), en remises o micros locales. Estas últimas opciones son las ideales, ya que el camino que trepa hasta la cima está plagado de precipicios y su estrechez en muchos de sus tramos no permite el paso de doble circulación.
Una vez arriba, la vista es realmente deslumbrante. Su iglesia, sus casas y sus calles pequeñas empinadas transforman a este lugar en un sitio inigualable. Con una tranquilidad abrumadora y un silencio que es “música para los oídos”, disfrutar de sus encantos naturales, sus comidas típicas y la cordialidad de su gente es lo que el viajero recordará de por vida.
Tren a las Nubes, un viaje que atraviesa el cielo
Realmente, subirse al Tren a las nubes es una experiencia que hay que vivenciar. Arriba de la formación, en el trayecto de casi 18 kilómetros que une San Antonio de los Cobres con el viaducto de la Polvorilla, se alcanza una altura máxima de 4.200 metros sobre el nivel del mar. Asomarse por las ventanas de los vagones es un ritual imperdible y vertiginoso. El trazado original del Tren a las Nubes tenía una extensión de 217 kilómetros, desde la ciudad de Salta hasta el viaducto. Pero el recorrido fue reducido porque en varios sectores las vías no están en buenas condiciones. Y en esos tramos se utiliza, en su lugar, los buses.
Después de hacer el viaje en este famoso tren, uno de los que tiene el trayecto de mayor altura del mundo, el turista tiene múltiples opciones en la zona para alojarse, descansar y disfrutar de la gastronomía local.
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